Un técnico especializado dedica un día en la toma de datos, el cual evalúa el estado general de las instalaciones mediante una inspección técnica en coordinación con el cliente. Con la información obtenida durante la visita: consumos y costes energéticos, características de los equipos utilizados, procesos realizados y horas funcionamiento año, se elabora un informe proponiendo las mejoras de ahorro energético a implementar según cada empresa.